Cormode y Krishnamurthy establecen una serie de características
que diferencian la web 1.0 de la 2.0. Desde un punto de vista socioeconómico y
comunicativo, entre las más importantes y que identifican la 2.0 cabe citar las
siguientes, ya sobradamente conocidas, por lo que no voy a insistir mucho:
- Su uso relacional en contraposición con la jerarquización
de su predecesora.
- La interactividad, lo que permite la creación consorciada
de contenidos de sus usuarios; la valoración, difusión y recomendación entre
sus redes como actos totalmente cotidianos, así como la proliferación de
perfiles. Desde un punto de vista económico, todo ello introduce inmensas
posibilidades de negocio individualizado, y desde un punto de vista creativo la
generación de conocimiento en unos niveles insospechados hasta la actualidad.
Más interesante me parece la descripción que hacen de las
nuevas tecnologías que introduce, como es el uso de los APIs, AJAX, RSS, Flash,
mashups y, en general, el uso de páginas dinámicas. En este sentido, recomiendo
vivamente el análisis que de estas técnicas hacen en sus blogs nuestros
compañeros Angeleswebsoc13
y Ángel
Moreno, sobre lo que poco más tengo que añadir.
En cuánto a los indicadores de evaluación que introducen los
autores, están agrupados en torno a cuatro grandes grupos: perfiles, conectividad, contenido y características técnicas. A su
vez, estos grandes grupos reúnen una serie de subindicadores que precisan el
alcance de cada grupo. Así, dentro de los perfiles
se incluyen los siguientes subindicadores: edad, localización, género, recomendaciones
y otros datos, o en conectividad se
incluyen amigos, suscripciones y grupos.
En general, me parecen unos indicadores válidos, pero no
dejan de ser meramente descriptivos. Sirven para acotar y diferenciar, pero
poco más. Lo que los autores indican acerca de la medida del tráfico me resulta
más interesante. Indican que lo que valía para la web 1.0 dudosamente nos vale
ya para la web 2.0. Nada tiene que ver un modo de navegación prácticamente
secuencial y jerárquico, escasamente interactivo, como sucedía con la web 1.0,
con lo que sucede con la web 2.0, donde la navegación se produce en todas
direcciones, donde se consulta y se aporta contenido, donde la técnica te
permite no abandonar tu aplicación para consultar diferentes páginas y
contenidos. Por ello, junto a los indicadores cuantitativos, creo que sería
interesante utilizar otros indicadores de tipo cualitativo, como pueden ser la
valoración que los propios usuarios tienen de sus herramientas, para qué las
usan, por qué dentro de una misma tipología eligen una en lugar de otra, qué
aspectos son los que más valoran (privacidad, interconectividad, delimitación
del ámbito –personal y familiar, profesional, cientíifico, ocio-, integración
de herramientas, facilidad de uso), análisis de redes, de modo que sea posible
saber qué herramientas están más relacionadas en función del uso de sus
usuarios, etc.